domingo, 12 de dezembro de 2010

POESIAS: SILVIA AIDA CATALÁN (ARGENTINA)




Foto: a poeta Silvia Aida Catalán, en Buenos Aires, Argentina






Sueños Lejanos




Siendo uno nuestro amor,

como no perecer cada vez que

por sendas diferentes partimos

simulando sonrisas no sentidas.

Como borrar de nuestra despedida,

huellas de ojos húmedos
,
surcos de gestos contenidos,

si el dolor deja su herida

marcándonos el rostro,

el corazón, el alma.

Destinos....

dicen por ahí,

¿Yo?...

¡Yo digo amores!

Intensos amores vividos,

en tiempos no correspondidos.

Pero, así Amor,

mientras te regalo una estrella

mi sonrisa y estas palabras sentidas,

de Ti,

lo recibo todo

de lo demás. nada importa.

Mas cuando llegue el ocaso,

el último de nuestros días,

desde donde te encuentres

podrás contemplar mi estrella
y a mi,
me han de quedar los recuerdos
celosamente guardados
en tu libro de Machado
que con fuerza oprimiré

en mi pecho desolado.

Y aunque

mundos diferentes nos separen,

aunque nidos distintos nos cobijen,

el AMOR,

habitante secreto en este ocaso,

será presente sigiloso….

como tu libro y mi estrella




Autor: Silvia Aida Catalán
Libro: Caricias Para Mi Sombra
Argentina










Sólo Para ti


Tu tristeza
génesis del surco en mi boca.
Atávico manto, velado
a hilos dorados del poniente.

Tornasol sellando intersticios
del núcleo a tus celdas.
Redimida dermis concedida soy,
en tus planicies de terciopelo y mieles.

Tú, médula.

En el sortilegio amoroso,
en la fusión del sol y la luna.
Sacramento divino del eclipse,
en los hieráticos de la Creación.

Tú, mi siembra de pan.
Copa que bebo nombrándote,
eterna espera, dicha inconstante,
fuego candente en la grieta.

Más allá del viento y la ausencia…
Aquí y en los polos del mundo
en infinita eucaristía de cuerpo y alma:
Permaneces, permanezco.
¡Tú, mi Yo!

Silvia Aida Catalán
Argentina- Buenos Aires








A pesar del silencio: Somos
A Gabriela y Diego ( mis hijos)



A pesar del tiempo
son los ojos oblicuos del sauce, quienes
adoran tu cadencia y te esperan

No es el reloj de arenas
el que ha de marcar el regreso, ni nada y
acaso, las lunas que escribieron tu partida

Es el beso apasionado
del agua a las orillas quien trae tu rumor, desde
todas las mareas y persiste en mis márgenes.

Y a pesar del silencio
grito desde lo absoluto a la inmensidad, y te
sustento herido amor al borde del abismo.

Allende somos pues lava y ceniza
erosión y fuego perenne somos, asidos…
con los sentidos fijos en las cortinas del tiempo.

Detrás del aullido hostigas
esbozado entre la niebla y la hendedura, donde
asoma tu luz por los agujeros mismos del barranco.




Autor: Silvia Aida Catalán-
Libro Obertura- 11/XI/2009